domingo, 1 de abril de 2012

Mis tres hombres

Siempre me sentí orgullosa de ellos. Cada uno, a su manera, me dio motivos de sobra para que fuera así. Cada vez que los nombraba, los definía como "mis tres hombres", llenándoseme, al hacerlo, la boca de vanidad y el corazón de riqueza.
Con mi padre, la vida me regaló un tesoro de bondad y generosidad, modelo de sencillez  y discreción que tuve el placer de disfrutar durante 92 años. Como todos los buenos, se fue sin molestar. Una vez que se torció fue para romperse y en ello tardó lo mínimo, dos meses. Hasta para agonizar y morir fue fiel a si mismo, dándonos a todos una lección de coherencia.- Hoy, sin él, me falta un pilar que sabía siempre ahí, sólido, inquebrantable..., absolutamente incondicional. Tras su ausencia he entendido en toda su dimensión la desolación de la palabra orfandad... ...Durante un tiempo me sentí desconcertada, incrédula, vacía...; hoy lo tengo en la lluvia, en el viento, en el olor del campo... ; su imagen en fotos aun no las miro...
Lo extenuantemente difícil fue el hecho de que, a la par que me vi revisando, tras su pérdida, sus libretas y me encontraba con escritos -de su puño y letra- tipo: "El saber, el querer saber, ocupa casi todo el tiempo y el espacio en mi cabeza. Saber para después al fin morir sin saber nada. ¿Qué sabré yo de la vida cuando muera? Tanto como de la muerte mientras vivo", me vi imbuida en la organización de la boda de mi único hijo.- Gran jugarreta fue la que me deparó el destino, teniendo que enterrar a mi padre y casar a mi hijo en tan corto plazo: 84 días exactos... El enlace se llevó a cabo este sábado pasado y así, de un plumazo, salió de mi vida mi segundo hombre. A mi padre lo dejé en el camino, mi hijo iniciaba el suyo propio.
Ahora ya solo me queda el tercero; aquel que escogí  libremente y que no me fue impuesto. El que esta a mi lado cada noche y me cuida cada día. El que me escucha, el que me mira a los ojos, el que esta pendiente de mis problemas. Aquel que, tras más de 31 años, entiende mis señales y, aún sin palabras, lee mis mensajes... El que, si la vida me lo permite, disfrutaré aún durante mucho tiempo, compartiendo muchas ilusiones venideras; también muchos pesares...

"Mis tres hombres"... ... A los tres los quise y los quiero con locura y los tres cumplieron y cumplen brillantemente el papel que tenían y tienen en mi existencia...
Pero el curso de la vida es como un río de gran caudal, imparable y, tal vez, en su natural devenir, me brinde el regalo de un "cuarto hombre" al que hablaré de ese primero que se me fue. Y lo llevaré, incluso antes de que pueda dar sus primeros pasos, ante aquella encina esbelta y centenaria a cuyos pies están los restos de su bisabuelo, mi papi, depositados, susurrándole mientras lo haga la grandeza de ese nonagenario y la mágia de aquel día en el que todos sus nietos (desde el mayor, su padre, hasta el de diez años) excavaron su tumba para enterrarlo. Allí, en la tierra que tanto amaba, oliendo a almoradú y a lavanda.
Entonces, solo entonces, culminaré mi ciclo vital. Porque la vida tiene sentido, amiga, y nuestros "papis" nunca se nos irán mientras los mantengamos en nosotros y podamos transmitir con absoluto amor sus más sublimes esencias.

2 comentarios:

  1. HOLA CONCHA.
    ¿COMO TE ENCUENTRAS?
    TE MANDO ESTE LINK, QUE ES UN ESPACIO DE ORACION Y SILENCIO INTERIOR. NO SE SI ERES CREYENTE, PERO EN CUALQUIER CASO, CREO QUE SIEMPRE ES BENEFICIOSO PARA TODOS. ALTERNA MUSICA, EVANGELIO Y COMENTARIOS.
    ESPERO QUE TE GUSTE Y TE DE PAZ.
    UN BESO
    CONCHA T.
    http://www.rezandovoy.org/

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  2. Querida Concha:
    Me siento bien y en paz. La añoranza es inevitable.
    Muchas gracias por tu consejo y por tu cariño.
    Un besito fuerte.

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