domingo, 8 de agosto de 2010

De cómo malinterpretar el término "capacidad de resiliencia" , friéndose vivo voluntariamente.

No sé por qué, durante mucho tiempo albergué la idea de que Escandinavia tenía que ser un paraíso, con una sociedad supercivilizada, muy por delante del resto en tecnologías, diseño y demás vanguardias.
Tuve que adentrarme, de manera continuada, en la lectura de autores nórdicos como Mankell, Indridason, Larsson, Lackberg, Jungstedt... para empezar a albergar mis dudas y plantearme que, la escandinava, era una sociedad compleja, en la que algo fallaba.
Ya me avisó mi hijo que, trás pasar un año completo en Rovaniemi (laponia finlandesa) en el 2001, vino afirmando que esa gente estaba trillada; todos medio alcoholizados y con un índice de suicidio sospechosamente elevado con respecto al resto de Europa... "Hombre", pensé yo "yo tampoco llevaría muy bien eso de estar seis meses sin luz solar"...

Pero "¿a que viene ésto?", se preguntarán. Pues verán, es que hoy he leído cómo, en el colmo del absurdo y del despropósito "ha fallecido un hombre tras disputar la final de un torneo en Finlandia consistente en resistir el mayor tiempo posible en una sauna a más de 110º", "Vladimir Ladyzhensky ha sufrido graves quemaduras. El otro finalista, Timo Kaukonen, también está en el hospital"... ...  Por lo visto, este brutal torneo, se lleva disputando desde hace once años en ese país y ya es un arte que, para agudizarlo, se realice en agosto y no en enero, fecha en la que tal vez sería más llevadero... ...
Pero bueno, tal y como yo lo veo, el problema no es el torneo en sí, sino la descontrolada ansia de ganar que lleva a un hombre a los límites de la muerte. Resulta de una estupidez tan supina que, de no ser por el respeto que me supone referirme a un ser que ha perecido, llamaría a la familia de Vladimir para proponerles que pusieran en su lápida: "Aquí yace un capullo"

Esta historia me lleva a recordar una entrevista que le hicieron a un tal Bernabé Tierno y que guardé como un tesoro... El tal Bernabé, desconocido de una servidora y tal vez de ustedes también, es psicólogo y pedagogo y con una lucidez pasmosa responde, en dicha entrevista, a ciertas dudas sobre "la asignatura de la vida" y, concretamente hace referencia a un término precioso, que yo no había oído nunca y que es: "la capacidad de resiliencia". Por lo visto, dicha capacidad es la que lleva al ser humano a superar con más o menos éxito las adversidades, traumas o tragedias. De ahí la importancia que tiene el desarrollarla, necesariamente desde la infancia... Igualmente habla de la carga genética o "genoma" y del "ambioma"... En fin... les animo a que busquen el artículo en el Diario de Sevilla del 22 de julio. Esta en la sección: "Salud y Calidad de Vida"

Pero volviendo a nuestro refritos fineses, me gustaría preguntarle a nuestro brillante pedagogo en qué se equivocaron los padres de Vladimir y Timo, cuándo estos fueron chicos. Qué fué lo que les llevó a entender que sus "capacidades de resiliencia" deberían de ser malgastadas en semejante gilipollez... Pero bueno, de locos esta el mundo lleno aunque desconcierta leer que fueron más de 150 los participantes que iniciaron el torneo... ... Raro pueblo éste, demasiado frío y excesiva oscuridad en la mente y en el cuerpo... ...

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