jueves, 24 de febrero de 2011

Tan obsceno como eso.

El 29 de Marzo, la casa de subastas Dreneatt ofrecerá al mejor postor una imagen inédita de Himmler. Una foto del nazi cruel, sanguinario, exterminador, genocida Himmler, pero en una peculiar situación: muerto, yacente, caído, postrado, con la sangre llena de cianuro, vencido, acabado, envenenado. Es la imagen de un pasado, de un pueblo aniquilado, de sensaciones encontradas de rabia, incredulidad, rencor, fatalidad.
Ya en su momento, se dieron a conocer, como documentos de una evidencia, las fotos de Mussolini y Clara Petacci colgados cual cerdos ensangrentados, la de Sadam Husseim ahorcado..., ídolos caídos, dictadores justamente vencidos... y si, evidentemente, es cuestionable el que les hicieran esas fotos para luego ser mostradas con escarnio, al menos no fueron enseñadas fuera de contexto sino en su momento histórico, cuando aún tenía cierto sentido hacerlo.
 Pero díganme, ¿qué sentido tiene el que al día de hoy haya salido a la luz esa foto de Himmler y que haya sido puesta a subasta? Han pasado casi 66 años de aquello, demasiado tiempo, ¿quién pagará, pues, a estas alturas por ello? ¿Algún millonario hebreo?, ¿los Museos judíos de Berlín o de Auschwitz?, ¿el Centro Simón Wiesenthal?... ... ¡Que más da!. Da igual porque, aunque es cuestionable el que alguien a estas alturas pague por poseer algo así, mucho más deleznable es que un individuo la haya ofrecido a una casa de subastas con el único fin de enriquecerse y que Dreneatt se haya prestado a ese juego.
Verán, pienso que, el instante de la muerte de una persona (exceptuando antiguos reyes, que por ende fornicaban y defecaban igualmente en pública audiencia) es el momento más íntimo, más vulnerable, más pudoroso y más trascendente -por dramático- de ésta y que por ello hay que sentir por él, una gran consideración, un gran respeto. Es un tránsito que debe de ser compartido únicamente con tus familiares, con tus seres queridos, porque aunque en vida hayas sido un mal bicho, ese instante nos iguala a todos, llevándonos a un mismo punto: a decir adiós a nuestra vida. Por eso me resulta obsceno que se comercialice con ello.
Diferente enfoque, aunque igual de morboso y de siniestro era la tradición aquella, muy extendida en el siglo XIX, de fotografiar "postmortem" a tus seres más entrañables y queridos (ver Wikipedia: fotografías postmortem) Para entender este "rito" hay primero que comprender que eran unos tiempos en los que hacerse una foto era cosa de gente pudiente y que los más humildes no se la hacían en la vida. Por ello, cuando perdían a una esposa o a un hijo, como recordatorio, como un homenaje de no olvido, se recurría a este procedimiento. Pero todo se hacía por cariño. Se les acicalaba, se les vestía de domingo, se les colocaba con ojos abiertos, como si estuvieran vivos y con esas macabras fotos se les inmortalizaba. Eran, como quien dice: homenajes de amor y eso, en cierta medida, las legitimaba.
Pero ésto de esta foto en esa casa de subastas es algo que solo se sostiene en dos pilares, en el de la avaricia y en el del odio y, así, señores, no se edifica nada.

Este viernes pasado, en la revista Fuera de Serie leí una reseña preciosa de Miquel Alzueta, titulada: "La última imagen de Marilyn". Localícenla y leánla, es escueta pero sabia. Yo también vi esa foto a la que hace referencia y, como a Alzueta, me resultó tan "impúdica y perversa" que ni siquiera hice alusión a ella.
¿Que necesidad había de mostrar al mundo a nuestra adorada Marilyn muerta? ¿No era mejor recordarla en plena explosión de belleza? ¿Cómo es que ese 6 de febrero, ese El Mundo o ese El País se prestaron a eso y cometieron la obscenidad de mancillar su deliciosa imagen de esa manera? No lo entiendo.
Y es que en la vida no todo vale. No vale lo de estos grandes periódicos, ni lo de esa casa de subastas. No se puede comerciar con los muertos. Es ruin, rastrero... No creo que haya nada más obsceno en el mundo que eso. No lo creo.

sábado, 19 de febrero de 2011

"Il Gran Svergognato"

Le llaman "Il Cavaliere" pero a mí se me ocurren un ciento de apelativos más apropiados para denominarlo antes que con el de "caballero". Carota, vividor, mujeriego, corrupto, cínico, desfraudador, falto de escrúpulos, machista, prepotente, patético..., son un mínimo ejemplo de ellos.
No creo que Italia se merezca ésto. Son dos fenómenos, el de Belén Esteban y el de Silvio Berlusconi que no entiendo. Y los comparo adrede, no piensen que se me ha ido la olla. Cada uno en su ámbito son zafios, chulos, deslenguados, se ponen el mundo por montera y, lo que es peor, se vanaglorian públicamente de todo ello. Miran al frente con descaro, con la diferencia de que la primera daña con su imagen únicamente al peripatético público que por voluntad propia la sigue y la contempla y el segundo daña la imagen de una nación entera... ... Y no lo entiendo, no lo entiendo. No entiendo que un individuo de esa calaña siga aferrado al poder y que no haya manera de quitarlo de en medio. Que no haya ningún sistema de eliminarlo....
 Vamos a dejar de lado el tema de que debería de ser él el que dimitiera por ética, que es como pedirle a Clint Eastwood que haga de travestí en una película, imposible. Para dimitir por ética lo primero que hay es que tenerla. Porque encima, el "gran svergognato" ha tenido el cinismo de alegar que las manifestaciones que se han llevado a cabo en estos días pasados en su país son "movilizaciones subversivas, partidistas, contra mi persona e impulsadas por una izquierda que utiliza cualquier medio para intentar vencer a un adversario al que no tiene modo de vencer en las urnas" Si es como él dice, cuánto menos tendría que reconocer que le esta poniendo a la oposición su cabeza en bandeja. Como ya sabemos, el cuestionable presidente italiano tiene cuatro causas abiertas, ¡cuatro!: La del caso Mills por haber corrompido con 600.000€ a un abogado para que declarara en falso en un juicio contra él (se abre en marzo); la del caso Mediaset por fraude fiscal  y evasión de capital a paraísos fiscales (se reabre el 28 de febrero); la del caso Mediatrade también por fraude fiscal (se reanuda el 5 de marzo) ; y la del último y famoso caso Ruby por prostitución de menores y abuso de poder (para el 6 de abril). Un primor de criatura, vamos. Y una vergüenza para un país que sobrevivió a emperadores como Calígula o Nerón. El primero, famoso por sus extravagantes degeneraciones sexuales y el segundo por sus locuras y depravaciones que lo llevaron a ordenar quemar Roma.
En fin... anécdotas de la historia. Eran otros tiempos, siglo I d.C. Pero que tengamos que volver a contemplar  las depravaciones, las extravagancias y las degeneraciones sexuales de un mandatario europeo en pleno siglo XXI es algo tan alucinante que no se entiende, porque los tiempos que vivimos están raros, quizá algo confusos, pero señores, el caos en el que estamos últimamente sumidos no debería de dar para tanto, aunque todavía me sorprendo, a estas alturas de la película, con gente, del entorno más próximo, que no solo admiran y defienden a la Esteban sino que, incluso te dicen que les "hace gracia" este fantoche de medio pelo que rige Italia. Cada vez que los oigo, me quedo sin palabras, anonadada.
Sea como fuere, Silvio Berlusconi, "que se autodefinió en 2009 como 'experto en conquistas' " será juzgado el 6 de abril por tres mujeres. Reveces del destino. Muchas dotes de seducción va a tener que sacar de la manga o que desplegar para trajinarse a las tres magistradas que integrarán el Tribunal. Hay un refrán italiano que dice: "Chi di donne ferisce, di donne perisce"(*), al que yo añadiría algunos de nuestra cosecha como: "Quién a hierro mata a hierro muere" y, sobre todo, "Por la boca muere el pez". ¡So besugo!, que esta primavera te van a quitar de un tajo las ganas de jarana.

(*) "Quien a mujeres hiere, de mujeres muere"

miércoles, 16 de febrero de 2011

La fatwa de Benedicto XVI

Eso de que en los tiempos actuales, o sea, en pleno siglo XXI, nuestra Santa  Madre Iglesia Católica Apostólica Romana esté radicalizando su mensaje es algo que no se sostiene.
Están en contra del uso del preservativo (aún en zonas donde impera el sida y la más absoluta de las pobrezas), de la eutanasia, del matrimonio homosexual (cuándo hasta hace nada nos hemos estado escandalizando con sus reiterados casos de pederastia), por supuesto, del aborto... y ahora ¿de qué más?
Cuándo Joseph Ratzinger llegó al Vaticano en 2005 fueron muchos los que vaticinaron este endurecimiento. Su elección generó en su momento duras críticas, "centradas en su supuesto perfil neo-conservador" y " se le acusó de desear retornar a la Iglesia anterior al Concilio Vaticano II". Muchos fueron los que "preveyeron que con él la Iglesia endurecería su postura"... ...
Yo, en cambio, había oído hablar de un hombre culto, profundo teólogo, dominador de seis idiomas, experto pianista y amante del gran Mozart; y como una es cortita y asocia la cultura y el saber, inevitablemente, con el progresismo, pensé que sería un paso hacia delante para nuestra Iglesia Católica.
Nada más allá. Como preveyeron sus detractores de entonces, Benedicto XVI está resultando ser tan sorprendentemente reaccionario y retrógrado como temieron, aproximándose cada vez más al odioso y deleznable fundamentalismo islámico.
Ahora, cuál mufti (*) radical, su fatwa (**) última la ha enfocado a los matrimonios y, concrétamente, a los divorciados, exigiendo más severidad en sus sentencias al Tribunal de la Rota.("Roma endurece los trámites para casarse o romper un matrimonio" EL PAIS, 14 de febrero de 2011)
Parece mentira que una religión que está basada en la caridad sea tan despiadada con los errores que se puedan cometer en la vida. Que a un divorciado, posiblemente buen creyente, buena gente pero que ha cometido una pifia en su vida, se le castigue con la excomunión, es algo tan cruel que desgarra el alma. Porque puede haber personas que, a pesar de creer firmemente en Jesucristo y su doctrina, no puedan soportar más a la parienta y vuelvan a enamorarse hasta el sorprendente punto de desear volver a casarse. Personas que, independientemente de la dolorosa equivocación que hayan cometido en su vida, quieran seguir recibiendo el sacramento de la comunión porque crean fielmente en él...Y digo yo ¿cómo se le puede negar algo así a alguien abocándolo a la eterna excomunión? ¿Dónde esta, pues, eso del perdón?  Es verdad que en la vida hay que ser coherente y que si te has casado bajo un lema de: "lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre", pues eso es lo que hay. Pero señores, que se sepa, también se castigaba antiguamente a quién practicase la usura (entendiéndose ésta, explícitamente, como "aceptar intereses en préstamos") con la "prohibición de todo sacramento" y hasta con "no poder recibir enterramiento cristiano" y esa ley SÍ que se revisó en el seno de la Iglesia. Claro, imagínense lo que hubiese supuesto para las arcas eclesiásticas el que hubiesen puesto a todos los banqueros y ricachones en la picota por usureros y ladrones y el que éstos en venganza, cortaran de tajo sus generosas donaciones. ¡Anda ya! Hay que ser cínico y sinvergüenza..
En fin... supongo que todo esto los llevará a quedarse más solos que la una. Eso espero. De hecho, en "2009 se realizaron 175.167 matrimonios, de los cuales el 64,3% fueron uniones civiles. Fue la primera vez que esas uniones superó a las bodas por el rito católico (80.174). Hubo 785 uniones de otras religiones". No podría ser de otra manera e irá a peor si siguen apretando las tuercas.
Algunas veces me pregunto que pasaría si el buenazo de Jesucristo levantara un día la cabeza. Ya me gustaría ver a qué reducía toda esta parafernalia en la que está envuelta nuestra actual y amantísima Santa Madre Iglesia.


(*) Mufti: Jurisconsulto islámico capaz de interpretar la ley islámica (sharia) y de emitir dictámenes legales (fatwas)
(**) Fatwa: Pronunciamiento legal en el Islam emitido por un especialista en ley religiosa (mufti) sobre una cuestión específica.

domingo, 13 de febrero de 2011

Ni "madre tigresa", ni "madre cordero"

Un tema que últimamente se ha hecho recurrente en mis más recientes salidas ha sido el de la educación de nuestros hijos.
"Para gustos, colores" que dice el refrán; pero lo que queda claro siempre que se habla de este asunto es que "la fórmula perfecta" no existe y que, según lo visto, nadie aprende de experiencia ajena y, por tanto, nos introducimos en este álgido embrollo sin saber a ciencia cierta si acertaremos en nuestro intento.
Es un camino, éste de la educación, lleno de escoyos, de rescoldos y hasta que tu hijo no llega a una edad adulta en la que tú intuyes "que lo que ya es, es lo que ya va a ser para los restos", vives esa etapa de tu vida con una angustia constante que te atenaza. Bueno... a algunos les agobia más que a otros...
¿Qué es lo correcto, entonces?¿Cuál es el modelo a seguir? Porque no me sirve eso tan usual de: "como yo me gusto como soy y veo perfecto cómo me he manejado en mi vida, voy a educar a mis hijos como mis padres me educaron a mi" ... No, no, no... porque tu hijo es un ente individual, muy probablemente muy diferente a ti e, indudablemente, vive en otro tiempo diferente al tuyo. Que al final, "a grosso modo", los valores son los mismos..., pues sí, pues vale... pero con mil pequeños matices de diferencia. Así que reproducir los parámetros educativos de tus padres no sirve.

Hace poco os hablé de los "ni-ni-ni-nis", de esos chavales según Salvador Sostres"atontados y holgazanes"(*), que son producto de un exceso de permisividad y sobreprotección por parte de sus progenitores. Pero entre dicha laxitud educativa y el autoritarismo propio de siglos pasados hay un abismo. Y en ese abismo es en el que está ese punto medio en el que radica la virtud.
Señores, que ésto es un "toma y daca". Para que te respeten, quieran, escuchen, apoyen o confíen en ti, tienen que ser igualmente respetados, queridos, escuchados, apoyados y respaldados con tu incondicional confianza. Eso de: "ésto es así porque lo digo yo... o porque yo lo ordeno" esta ya muy añejo. No reproduzcamos este tipo de modelo. No nos queramos convertir en tipos "Tea Parties", más rancios que las beatonas bigotudas de mi infancia en mi pueblo
.
Recientemente, he oído hablar de Amy Chua y de sus memorias: "Himnos de batalla de la madre tigre"(**).  En su libro dicta las reglas idóneas para hacer de tus hijos hombres y mujeres de bien, "recetas" éstas que han levantado purulentas ampollas a medio EEUU y parte del otro. Profesora de Derecho de la Universidad de Yale, esta "madre tigresa" aboga por la idea de "coerción y autoritarismo como método educativo". Imagínense que, tras lo leído, ahora están revisando si quitarle la tutela de sus hijos... Hay quién para justificarla hace referencia a los valores y costumbres del pueblo chino... ¡ pero también es costumbre en Afganistán cortar la nariz y la oreja a tu joven esposa si se revela y no por ello es justificable ni perdonable! (***)

En fin, sea como fuere, éste es un tema que por lo que sea, últimamente está en la mente, en el verbo y en la pluma de todos nosotros. Algo estaremos percibiendo para que nos preocupemos tanto. No me imagino yo a nuestros padres perdiendo ni dos minutos, divagando sobre cómo tenían que educarnos, y es que en aquel entonces, los principios -erróneos o no- estaban claros. Quizá ahí radica nuestra preocupación, que no tenemos pilares sólidos en los que creamos y a los que podamos aferrarnos. Lean a Salvador Sostres y entenderán de lo que estoy hablando.

(*) Leer: "Os estáis cargando España" de Salvador Sostres. El Mundo, 29 de enero de 2011
(**) Leer:"La madre tigre devora a sus hijos" El País, 6 de febrero de 2011
(***) Ver foto del Primer Premio  "Word Press Photo 2011" y leer: "El rostro valiente de la mujer afgana" de Marisa Flórez en El País, 12 de febrero de 2011