sábado, 19 de febrero de 2011

"Il Gran Svergognato"

Le llaman "Il Cavaliere" pero a mí se me ocurren un ciento de apelativos más apropiados para denominarlo antes que con el de "caballero". Carota, vividor, mujeriego, corrupto, cínico, desfraudador, falto de escrúpulos, machista, prepotente, patético..., son un mínimo ejemplo de ellos.
No creo que Italia se merezca ésto. Son dos fenómenos, el de Belén Esteban y el de Silvio Berlusconi que no entiendo. Y los comparo adrede, no piensen que se me ha ido la olla. Cada uno en su ámbito son zafios, chulos, deslenguados, se ponen el mundo por montera y, lo que es peor, se vanaglorian públicamente de todo ello. Miran al frente con descaro, con la diferencia de que la primera daña con su imagen únicamente al peripatético público que por voluntad propia la sigue y la contempla y el segundo daña la imagen de una nación entera... ... Y no lo entiendo, no lo entiendo. No entiendo que un individuo de esa calaña siga aferrado al poder y que no haya manera de quitarlo de en medio. Que no haya ningún sistema de eliminarlo....
 Vamos a dejar de lado el tema de que debería de ser él el que dimitiera por ética, que es como pedirle a Clint Eastwood que haga de travestí en una película, imposible. Para dimitir por ética lo primero que hay es que tenerla. Porque encima, el "gran svergognato" ha tenido el cinismo de alegar que las manifestaciones que se han llevado a cabo en estos días pasados en su país son "movilizaciones subversivas, partidistas, contra mi persona e impulsadas por una izquierda que utiliza cualquier medio para intentar vencer a un adversario al que no tiene modo de vencer en las urnas" Si es como él dice, cuánto menos tendría que reconocer que le esta poniendo a la oposición su cabeza en bandeja. Como ya sabemos, el cuestionable presidente italiano tiene cuatro causas abiertas, ¡cuatro!: La del caso Mills por haber corrompido con 600.000€ a un abogado para que declarara en falso en un juicio contra él (se abre en marzo); la del caso Mediaset por fraude fiscal  y evasión de capital a paraísos fiscales (se reabre el 28 de febrero); la del caso Mediatrade también por fraude fiscal (se reanuda el 5 de marzo) ; y la del último y famoso caso Ruby por prostitución de menores y abuso de poder (para el 6 de abril). Un primor de criatura, vamos. Y una vergüenza para un país que sobrevivió a emperadores como Calígula o Nerón. El primero, famoso por sus extravagantes degeneraciones sexuales y el segundo por sus locuras y depravaciones que lo llevaron a ordenar quemar Roma.
En fin... anécdotas de la historia. Eran otros tiempos, siglo I d.C. Pero que tengamos que volver a contemplar  las depravaciones, las extravagancias y las degeneraciones sexuales de un mandatario europeo en pleno siglo XXI es algo tan alucinante que no se entiende, porque los tiempos que vivimos están raros, quizá algo confusos, pero señores, el caos en el que estamos últimamente sumidos no debería de dar para tanto, aunque todavía me sorprendo, a estas alturas de la película, con gente, del entorno más próximo, que no solo admiran y defienden a la Esteban sino que, incluso te dicen que les "hace gracia" este fantoche de medio pelo que rige Italia. Cada vez que los oigo, me quedo sin palabras, anonadada.
Sea como fuere, Silvio Berlusconi, "que se autodefinió en 2009 como 'experto en conquistas' " será juzgado el 6 de abril por tres mujeres. Reveces del destino. Muchas dotes de seducción va a tener que sacar de la manga o que desplegar para trajinarse a las tres magistradas que integrarán el Tribunal. Hay un refrán italiano que dice: "Chi di donne ferisce, di donne perisce"(*), al que yo añadiría algunos de nuestra cosecha como: "Quién a hierro mata a hierro muere" y, sobre todo, "Por la boca muere el pez". ¡So besugo!, que esta primavera te van a quitar de un tajo las ganas de jarana.

(*) "Quien a mujeres hiere, de mujeres muere"

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