jueves, 20 de enero de 2011

El "haka" maorí

¿Han visto alguna vez en la tv al equipo de rugby neozelandés All Blacks cantar el "Haka" antes de iniciar un partido? Intimidatorio ¿verdad?. Pues en contra de lo que pueda parecer, "el himno guerrero maorí haka es más una oración anticipada por los vencidos que un canto de victoria"; aunque, barrunto yo que así sería en el año "del catapún chimpún", en sus principios, porque yo no percibo ni un gesto de conmiseración en la cara de los All Blacks cuando lo cantan.
Sea como fuere, tienen que admitirme que, aunque haya derivado en lo que haya derivado, el concepto ancestral del himno es de una honorabilidad y de una belleza apabullantes, más cuando, posiblemente, los maorís no lo cantaban sólo para los que cayeran de sus filas en la inminente batalla, sino también para los caídos enemigos.
¡Ay, que tiempo aquellos en los que se ensalzaban y se premiaban conceptos como el de dignidad, el de honor o el de valentía!. Ya se me vienen a la cabeza imágenes como las del impresionante Katsumoto en "El último samurai", con su teoría sobre la indignidad de luchar con rifles y cañones y la honorabilidad de la espada; o la imagen de Michael Caine en la película "Zulú", resistiendo con sus 140 soldados ante el ataque de aquellos 4000 zulus, atrincherados todos desesperádamente en aquel fuerte sudafricano, y el cómo salvaron sus vidas gracias a que los asediadores africanos, reconociendo la valentía en la lucha de esos "guerreros" británicos, se las perdonaron. ¿Y que me dicen del rey Leónidas en "300", con esa enamorada esposa Gorgo diciéndole antes de partir a las Termópilas: "Vuelve con tu escudo o sobre él"?...Épico, soberbio... aunque es verdad que, a excepción de los 7 u 8 ingleses que sobrevivieron a los zulús en la batalla de Rorkes's Drift, todos los demás acabaron fatal, o sea, masacrados. Eso sí, todos con mucho honor y mucha gloria...
Pero los tiempos han cambiado. Ya no hay lugar para el heroísmo; al menos en éstos, nuestros países "civilizados". Es verdad que surgen situaciones conmovedoras de madres abnegadas, de padres desesperados, de bomberos que van más allá de su deber profesional..., pero son casos tan aislados que por serlo le dan tanto bombo y tanto boato en los medios de comunicación que llegan a quitarle hasta el encanto... ¿Pero dónde están hoy esos Katsumotos, esos Leónidas, esos líderes que eran capaz de luchar hasta la muerte por un ideal? ¿Dónde están los que han de cuidar, aún a costa de su sangre, de nuestro país, de nuestra gente, de nuestro pueblo, aquellos a quienes puedas seguir sin titubear?, ¿sencillamente, alguien en quién puedas creer y a quién puedas votar?
Tenemos las elecciones a la vuelta de la esquina y tenemos tal hastío con nuestros políticos, que ya no sabemos en quién confiar. Zapatero, Rajoy, Rajoy, Zapatero ¡que más da!, si son de la misma camada. Al final, se cubrirán las espaldas y mientras que los de a pie nos dejamos el sudor y el esfuerzo por librar esta contienda actual, ellos se escurrirán. Para lo único que sirven es para torpear y marrullear, ¡ah! y, claro, para mirar por los intereses de sus respectivos partidos. ¿Cómo podremos librar nuestra batalla con estos Katsumotos y estos Leónidas de pacotilla a nuestras espaldas?, ¡porque al frente no van a estar!
Señores, que la lucha por la superviviencia es sólo y únicamente nuestra; nadie, y mucho menos ninguno de estos politicastros, va a dar por nosotros la cara. Aparentemente se les llenaran las bocas con sus "blablablas", pero nada de nada. Por consiguiente, usted tendrá que seguir levantándose a diario a las 6.00 de la mañana, y usted seguirá deslomándose con su pico y su pala, y usted congelándose en el olivar. Usted, con sus ampollas en las manos, tendrá que seguir repartiendo sus cajas y, en cuanto a usted tendrá que seguir sentado en el sofá esperando donde meter el tajo, sólo que ahora ya no percibirá probablemente ni su ayuda por desempleo... Y luego dirán que si el absentismo electoral, pero ¡a quién demonios vamos a votar!
Mucho me temo que, tal y como están las cosas, en el futuro, la urna no va a catar mi sobre y me da tela de coraje, no crean; soy de las que opinan que el voto te legitima para luego poder protestar. Pero abogo al absentismo; ojalá se diese un absentismo total, a ver si así se replanteaban las cosas y se largaban ya. Claro, que para largarse tendrían que tener la dignidad de los grandes hombres. Y no digo que no lo sean, pero en la intimidad de sus casas, porque yo, hoy por hoy, la grandeza no se las veo.
Así que, ni con un boicot electoral nacional tenemos remedio. Es verdad que nuestros futuros no serán como el de Katsumoto o el de Leónidas, que vivir viviremos, pero desde luego nadie en un futuro hará una película sobre nosotros y mucho menos sobre Rajoy o Zapatero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario