domingo, 26 de septiembre de 2010

Las manadas para los borregos.

¡¡¡Huelga, huelga, huelga!!!...; ¿han oído ustedes, acaso, hablar de que el próximo 29 hay una huelga de las generales?
Por Dios, ¡que empacho ya!, no se habla de otra cosa... ; es tema recurrente en telediarios, prensa, tertulias, debates..., ¿es que ya no hay otro asunto en el mundo que ése? ¡Que jartible!
La gota que ha colmado el vaso de mi paciencia ha sido el hecho de amanecer una mañana con mi fachada, y tooodas las del barrio, pintadas con proclamas tipo (esperen, que voy al balcón a leer):  Huelga todos los días (¿no jode?) o 29 S: Huelga!!!... y estas son las que tengo más cerca.
¿Es que, a parte de pelmazo, se tiene que ser también vándalo? ¿Es que hay alguien que pueda albergar la duda de que no nos hayamos enterado de la huelga y se vea por ello abocado a pintarraquear esas convocatorias a tamaño de 3x4 mt? De buena gana ponía yo a estos incivilizados huelguistas, a borrar el mismo día 29 el desaguisado que han montado con esos pintarrajos. ¡Capullos!
Con respecto a dicha movilización, ya andaba una servidora chamuscada desde que leyó una mañana: "La Pastoral Obrera de Sevilla apoya la huelga general del 29-S". O sea, que hasta éstos nos vienen arengando a golpe de sentencias, venidas concretamente del director de la diócesis hipalense, tipo:  "Rechazamos la reforma laboral. Apoyamos la huelga general  como una medida justa y legítima"... No esta mal, sobre todo teniendo en cuenta que ellos a lo que se deberían de dedicar es a lavar la mierda de sus calzones y, como mucho, a dar de comulgar. Menos mal que al día siguiente el arzobispo Asenjo se desmarcó, alegando que "la Archidiócesis no se identifica con opciones políticas concretas". Algo es algo, aunque habría que investigar si estas últimas palabras han sido fruto de un ecuánime sentir personal o de un tirón de patillas venido del mas allá.
Pero dejando la Iglesia atrás y abordando un mundo más terrenal, díganme ¿que opinan de lo del Pastrana? Yo sabía que al pobre hombre le había dado algo así como un ictus cerebral, pero tenía entendido que la secuela que le dejó fué cierta falta de movilidad corporal, pero núnca imaginé que se hubiera quedado retrasado mental... Porque, a ver Manolo de mis sentires, ¿ a que viene esa estupidez de que "Pastrana pide a los abuelos que no cuiden de sus nietos el día de la huelga"? ¿Que demonios te pasaba ese día; estabas borracho, tonto perdío, de cachondeo, con un exceso de medicación o simplemente divagando? porque yo no lo entiendo, de verdad que no te entiendo Manolo.
Bueno, y ya lo del miércoles ¿no fue genial?. Por si no lo saben, hubo "ensayo general"; como lo oyen... ¡y con toda la parafernalia, o sea, líderes sindicales ( ahí estaba otra vez Manuel Pastrana), pancartas, megáfonos y demás zarandajas. Y, por el centro de Sevilla, se estuvo paseando la comparsa, de esta guisa, hasta el Palacio Presidencial. Caray, ¡ni que se tratara de una opera del Teatro Maestranza!... ... Aunque, bueno, puesto a pensarlo, el simil no esta  tan mal, ya que ésto es como un teatrillo barato lleno de figurones que más que declamar lo que hacen es vociferar. Eso sí, ahí tienen echado un buen pulso para ver quién chilla más... A huevazos los calmaba yo. Partida de mamarrachos...
En fin señores, el 29 todos a la huelga general, a hacer bulto que es lo que se pretende. Porque a esta gente  de las altas esferas sindicales lo que les interesa es demostrar al Gobierno que tienen respaldo popular y que si ellos convocan, acudimos "todos a una" como en Fuenteovejuna. Pero digo yo, ¿van con ésto a solucionar el 20% de paro; van a devolver el 5% de sus dineros a los funcionarios; van a conseguir que se suban las pensiones de nuestros ancianos; van a bajar el IVA; van a conseguir que no nos suban más las facturas de la luz o el gas... ? Pues ¡que va!, desengáñense, ¡que va!. Son temas inevitables tal y como esta el patio; lo que ellos pretenden con esta huelga es demostrar el poder sindical.
Y no es que yo esté a favor o en contra de la jartiblemente anunciada huelga, ¡Dios me libre!, que cada cuál haga lo que quiera; cómo tampoco siento una especial empatía hacia nuestro presidente y nuestro gobierno... Pero lo que no admito ni concibo es que me tomen por un borrego y que pretendan que me ponga a balar cuándo ellos me pidan que lo haga. De eso nada. ¡Una servidora se reserva el derecho de piar cuándo le de la gana! Y es que sólo los animales irracionales se mueven en manada.

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