Algún día tendré que ir a una ortopedia para ver si existen suspensorios mandibulares porque, a base de quedárseme la boca colgando con la prensa que leo a diario, temo que se me acabe desencajando definitvamente la mandíbula.
Entiéndanme, una servidora no puede levantarse una mañana y, mientras se toma su reparador café, encajarse entre pecho y espalda una página en la que se ofrecen los siguientes titulares: "Nuevo vertido de petróleo en el golfo de México al explotar otra plataforma", "Cuatro años de cárcel para un cura irlandés por abusar sexualmente de tres hermanas", "Detenido un hombre por asesinar a puñaladas a su mujer en L'Hospitalet", "Fallece un niño de 14 años electrocutado en un camino de Albacete", "Detenido un empresario ruso en Barcelona por la muerte de 156 personas", "Un joven sobrevive tras caer del piso 39 de un edificio en Nueva York"(¡¡¡!!!), "Un bebé fumador empedernido indonesio logra dejar el tabaco"(¡¡¡¡¡¡¡!!!!!!!)... ... Tal cuál, y ¡todo en una sóla página!, lo pueden comprobar; exactamente en la 45 del Diario de Sevilla del 3 de septiembre. Para que vean que no miento ni exagero.
Ustedes tienen que admitir mi estupor, porque lo del cura, el vertido, el apuñalador o el ruso, ya en los tiempos que vivimos son temas que estan a la orden del día y que, más o menos, estamos hechos a ellos, pero lo del joven que se cae del piso 39 o lo del bebé que con 2 años se fumaba 40 cigarrillos diarios... eso son cosas de ciencia ficción.
Para colmo, quiero destacar que en la mismita página gloriosa hay otro titular: "Stephen Hawking asegura que Dios no está detrás de la creación del Universo". ¿No te fastidia?; a mi me da la impresión de que esa noche en redacción estaban de pitorreo o de mal humor porque combinar todas las demás noticias a las que he hecho mención anteriormente, con ésta, clama al cielo ¿o no? Porque tras leer tanto desatino, ¿se puede creer que Dios en su infinita Misericordia y en su infinita Sabiduría iba a crear esta Humanidad sabiendo lo que iba a dar de sí? No, no, no... ¡que no, vamos!, ¡ni religión ni nada!... ¡Que no! y que no tiene que venir S. Hawking a asegurarnoslo. Tiene más sentido la teoría darwiniana de la evolución que andar endosándole al pobrecillo de Dios todo este desaguisado.
Así que, a tí, Stephen: para ya; te tengo en gran consideración pero últimamente me tienes desconcertada. Entre aquello de los marcianos (ver "Una de marcianos" del 27 de abril) y ésto de Dios, no se sí andas nuevamente de mofa o si, definitivamente, se te ha ido la perola. Por si acaso, tómate un descanso.
Y en cuanto a los componentes de la redacción del Diario, por favor dennos un respiro y si tienen muchas noticias de éstas, dosifíquennoslas, al menos hasta que encuentre una ortopedia en la que me suministren mi suspensorio mandibular.
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