martes, 30 de noviembre de 2010

Al de Orihuela.

Soy una romántica empedernida, lo reconozco, de esas que abogarían porque no se masacraran a los animales cuando se levanta la veda, o que lucharía porque existiera aún la figura del pregonero; de las que salen corriendo al balcón al sonido del pitido del afilador; de aquellas que sigue mandando cartas con sello por eso de que no muera la figura del cartero... Me deleito con el sonido del viento, con la contemplación del mar u observando el planeo de los vencejos, pero... ¿ven?, nunca sentí especial interés por la poesía. Es verdad que tuve mis momentos, en la edad del pavo, en los que me aprendí los versos de Becquer; más tarde me entusiasmé con Rabindranath Tagore. También saboreé algo de Rafael Alberti y, por supuesto, de García Lorca o de Miguel Hernández... Pero, a excepción de con el indio, todo lo demás fue poca cosa. Pienso que la poesía es un género que se alimenta de lectores con ciertas dotes iniciáticas que yo desconozco y que no tuve jamás la gracia de poseer.
Hace hoy un mes, el 30 de octubre, hizo 100 años que nació el poeta de Orihuela. Fue una fructífera pero corta vida aquella que, desde mi niñez y por influjo de mi madre, vi como envuelta en un hálito de melancolía y tristeza.
Ayer, repasando con ella pasajes de su vida y retazos de su obra, escogimos para reproduciros hoy, como humilde homenaje, dos de sus más conmovedoras obras.
¡Va por usted don Miguel! y... permítanme la licencia... ¡va por ti mamá!, por recordar aún de memoria las letras de tantos poemas y por esas lágrimas que echaste, añorando tu juventud, cuando recitaste al cabrero de Orihuela.

Menos tu vientre.
Menos tu vientre, / todo es confuso.
Menos tu vientre, / todo es futuro / fugaz, pasado / baldío, turbio.
Menos tu vientre, / todo es oculto.
Menos tu vientre / todo inseguro, / todo postrero, / polvo sin mundo.
Menos tu vientre / todo es oscuro. / Menos tu vientre / claro y profundo.

Nanas de la cebolla.
La cebolla es escarcha / cerrada y pobre: / escarcha de tus días / y de mis noches. / Hambre y cebolla, / hielo negro y escarcha / grande y redonda.
En la cuna del hambre / mi niño estaba. / Con sangre de cebolla / se amamantaba./ Pero tu sangre, / escarchada de azúcar, / cebolla y hambre.
Una mujer morena / resuelta en luna / se derrama hilo a hilo / sobre la cuna./ Ríete, niño, / que te tragas la luna / cuando es preciso.
Alondra de mi casa / ríete mucho. / Es tu risa en los ojos / la luz del mundo. / Ríete tanto / que el alma, al oírte, / bata el espacio.
Tu risa me hace libre, / me pone alas. / Soledades me quita, / cárcel me arranca. / Boca que vuela, / corazón que en tus labios / relampaguea.
Es tu risa la espada / más victoriosa, / vencedor de las flores / y las alondras. / Rival del sol. / Porvenir de mis huesos / y de mi amor.
La carne aleteante, / súbito el párpado, / y el niño como nunca / coloreado. / ¡Cuánto jilguero / se remonta, aletea, / desde tu cuerpo!
Desperté de ser niño: / nunca despiertes. / Triste llevo la boca. / Ríete siempre. / Siempre en la cuna, / defendiendo la risa / pluma por pluma.
Ser de vuelo tan alto, / tan extendido, / que tu carne parece / cielo cernido. / ¡Si yo pudiera / remontarme al origen / de tu carrera!
Al octavo mes ríes / con cinco azahares, / con cinco diminutas / ferocidades. / Con cinco dientes / como cinco jazmines / adolescentes.
Frontera de los besos / serán mañana, / cuando en la dentadura / sientas un arma./ Sientas un fuego / correr dientes abajo / hincando el centro.
Vuela niño en la doble / luna del pecho: / él, triste de cebolla, / tú, satisfecho. / No te derrumbes. / No sepas lo que pasa / ni lo que ocurre.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Horizonte de sucesos

Tras cinco deliciosos días en la bellísima  y contemplativa ciudad de Venecia, un retorno un tanto "¿ma-má-qué-pa-sa-a-quí?" y un supremo y vertiginoso acto de superación ante el impacto de "vuel-ta-a-la-rea-li-dad-cru-da-y-du-ra", me he adentrado en el submundo de quince periódicos atrasados y me he encontrado con alguna que otra novedad.
 Por comenzar a enumerar por algún sitio, me ha llamado la atención leer eso de que la hedionda "Nápoles busca un vertedero andaluz" donde soltar sus conocidos excesos de basura. También me ha sorprendido que den tanto bombo a lo de que "un niño de 15 años haya identificado buitres leonados en el centro" de nuestra ciudad, cuando yo hubiera dado parte de unos cuantos hace tiempo y éstos con nombres y apellidos. Me ha asombrado igualmente, por eso de la rapidez  y eficacia de los gamberros de marras, que "la Plaza de España ya haya sufrido graves daños vandálicos a solo un mes de su reinauguración". También, en mi intensiva puesta al día, he tenido conocimiento y no he entendido el injusto castigo que se le ha impuesto a la empresa ésa que ha sido "Multada por servir comida escolar con gusanos" cuándo, por lo visto, esos bichejos tienen muchas proteínas...o al menos eso dicen en los libros de gastronomía china. Igualmente, me han entrado escalofríos con el dato de que " Uno de cada cuatro niños se encuentra en riesgo de padecer pobreza en España"... ..., ¡en nuestro país!
En las ochocientas y pico páginas que he revisado maratonianamente, también he leído con estupor sobre lo de "Un voto, un orgasmo" y el erotismo que está amenizando la campaña a las elecciones catalanas del próximo domingo. ¿Y lo del politiquillo ese jiennense que "ha cobrado la jubilación en Mercasevilla sin estar en la empresa" ni haber estado en plantilla en su "p...." vida? ¿Y que me dicen a eso de que los pobres donantes de espermas, tras el controvertido "debate sobre el derecho a conocer los orígenes", se puedan encontrar de la noche a la mañana con la friolera de 300 churumbeles llamando a su puerta a golpe de "¡hola papi!"?... ...
¡Vamos, ni Alicia en el país de las maravillas!
Pero, en este reencuentro con mis periódicos, el remate de los tomates de las declaraciones subrrealistas  me lo ha ofrecido en bandeja nuestro incalificable Pontífice Benedicto XVI, el cual, al referirse a la ordenación de mujeres ha alegado, según cuenta el rotativo, que "no es que la Iglesia no quiera; es que no puede"; en lo que respecta a la pederastia dice con pasmosa tranquilidad (por no llamarlo desvergüenza) que "los hechos no le cogieron por sorpresa"; y ya, me he quedado anonadada con lo de: "El Papa admite el uso de preservativos solo para la prostitución"... ¡¡¡Toma Moreno!!! Igual al pobre Benedicto, con estos primeros fríos de preinvierno, le ha dado por calentarse a base de "carajillos", como a los viejos de mi pueblo... porque si no, es que no lo entiendo...
En fin, señores... muy desconcertante todo. Tanto que ahora no sé si en vez de en Venecia he estado en la Vía Láctea, y en vez de montarme en un avión, lo que me ha pasado es que he sido absorbida por "un agujero negro supermasivo" y estoy dando vueltas en torno a su "horizonte de sucesos*" sin acabar de traspasar al otro lado.
Y ahora me pregunto, ¿éste es el "día a día" que dejé antes de emprender mi viaje o es que la bellísima ciudad italiana ha marcado en mi ánimo y en mi hipersensibilidad un antes y un después?
No sé, no sé. Sea como fuere, de lo que estoy segura es de que no dejé a los cuarenta o cincuenta funcionarios desalmados que a las 10.00 de cada mañana se agrupan cual coro navideño en los bajos de mi casa y me amenizan mi anhelado y reparador café matutino con un desatinado himno de Andalucía (en este preciso instante lo están cantando, por cierto). Como lo leen. Tan desafinado lo cantan que dejan al mismísimo bardo Assuranceturix a la altura de Luciano Pavarotti. ¡Y eso cada mañana, así, de amanecida!
De verdad os juro que esos barítonos de pacotilla no estaban ahí antes de mi partida y ahora no sé si, en verdad, estoy en el galáctico "horizonte de sucesos" como presiento o si he vuelto a mi bien amada ciudad.
Pero bueno, aquí estoy, de vuelta a la carga..., aunque..., hmmmm.... un tanto despistada.

* Un accesit: El "horizonte de sucesos" es el mayestático, hermoso y poético nombre con el que se define a "la superficie imaginaria de forma esférica que rodea a un agujero negro". También se le denomina "horizonte de eventos". Maravilloso, ¿verdad?. Quería aclarar que tan bella definición no era de mi invención. Ojalá. (Para más información, consultar google)

martes, 16 de noviembre de 2010

"Hacerlo bien o no hacerlo", esa es la cuestión.

Agustín Cabeza Compostizo, Margarita Flores del Campo, Ana Mier de Cilla, Evaristo Piernabierta Zas, Ramona Ponte Alegre, Pedro Trabajo Cumplido, J. Antonio Larrosa Espinosa, Pedro León de la Selva, Lidia del Toro Manso, Francisco Javier Marco de la Puerta, Dolores de la Cabeza, Paca Bron Franco, Carmen Conejo Roto, Manuel Esparrago Triguero... son claros ejemplos de la mala pasada que te puede jugar el destino si los dioses están propicios... Son jugarretas, éstas de las combinaciones de ciertos apellidos, que te pueden diezmar tu infancia, masacrar tu adolescencia y, en definitiva, marcar el resto de tu vida.
A todos ellos, enhorabuena porque, al fin, "se ha iniciado el trámite parlamentario del nuevo proyecto de ley del Registro Civil que aprobó el Consejo de Ministros este verano" y mediante el cuál podrán elegir el orden de sus apellidos sin pasar por la maraña burocrática que tienen que sufrir en la actualidad.
Así, todos aquellos, inocentes portadores de apellidos paternos ingratos, podrán pasarlos a un segundo plano. Claro, siempre y cuándo sus padres estén de acuerdo a la hora de inscribirles en el Registro porque si no, el pobre Agustín seguirá con su Cabeza Compostizo, la infeliz Carmen con su Conejo Roto, el sobrecargado Francisco Javier con su Marco de la Puerta o el apetitoso Manuel con su Esparrago Triguero. Y es que, por la nueva ley, si no hay acuerdo entre las partes, prevalecerá el orden alfabético.
No lo entiendo. Desde la reforma de 1999, ya se podía anteponer el apellido de la madre a la hora de inscribir a  un recién nacido; si no se especificaba, pues prevalecía el del padre. A partir de esta nueva reforma, habrá que indicar qué apellido va antes y si no lo haces, pues ¡hala! por orden alfabético. Eso significa, para mis pocas entendederas, que si una pareja entra en bronca por el tema y no llegan a un acuerdo, uno de ellos siempre sabrá que se sale con la suya. Así, una Z nunca tendrá nada que hacer contra una A. Y estos son los principios de igualdad... Para eso, que se recurra al método alemán por el cual, si no hay consenso, se echa a cara o cruz. Es más lógico, ¿no?
Según una portavoz de Justicia, con estos cambios que ahora se van a llevar a cabo "se ahonda en el tratamiento igualitario y se adapta la ley a los tiempos"... Pos bueno... Ya las leyes anteriores habían terminado con el cruel apellido Espósito, que se le daba a los niños huérfanos, marcándolos con ello a sangre y fuego. También se superó lo de las estigmadas madres solteras que tenían que poner a sus niños sin padre, sus dos apellidos. Hoy, de segundo ya pueden inventarse el que quieran. O no; pueden hacer lo que prefieran... Y como ya he comentado, también se puede, desde hace 11 años, anteponer el apellido de la madre si así se desea. Ahora, se trata de dar un pasito más... pero ¿hacia dónde?
Bueno, sí que hay un importante avance, y es que esta nueva ley, a parte de que "pretende incorporar el principio de igualdad también al simbolismo que suponen socialmente los apellidos"..., "también facilitará su modificación por procedimiento urgente para víctimas de la violencia familiar". ¿Ven? ésto me parece genial. Que si tú tienes un padre maltratador y canalla del que te quieras olvidar, lo puedas borrar de un tajo de tu herencia familiar.
En fin... todo lo que sea avanzar por la igualdad bienvenido sea, pero tampoco se puede caer en ingenuidades, ni en andar confundiendo "las churras con las merinas". Sin ser una servidora especialmente retrógrada, yo me hubiera limitado a darle unas pinceladas a la ley de 1999 y no me hubiera perdido en más matracas. Ya de hecho, las cifras demuestran que con lo que teníamos era más que suficiente, ya que, por ejemplo, "en el 2009, solo el 0,27% de las familias antepuso el apellido materno, tal y como la ley les permitía". Solo el 0,27%. Y es que las costumbres son las costumbres, y a no ser que haya una circunstancia de peso y muy específica que lo justifique, a la gente le gusta que las cosas sean como han estado siendo.
Mi impresión de todo ésto, es que siguen haciendo las cosas a medias, si pensarlas en profundidad ni rematarlas coherentemente, como el sentido común manda. Las intensiones son buenas y se les reconocen, pero siempre hay cien pinceladas que se les quedan por dar y es, francamente, una desgracia...
Pero bueno, dejémonos de lamentar y vaya por ese 0,2% que pueda hacer uso de este nuevo derecho.
Por cierto, para los traumatizados infelices que ya cargan con su sambenito, me ha parecido entender que  ya no hay arreglo. Así que la pobre Ramona tendrá que seguir tan festiva y el eficaz Pedro tan laborioso. Y así hasta sus últimos días. Agotador, angelitos. Lo siento por ellos.

domingo, 14 de noviembre de 2010

¡Es que son niños!

Tras ver hoy a Fernando Alonso en Abu Dhabi, me viene a la memoria el 31 de octubre pasado, fecha en la que vi la carrera victoriosa (en este caso, de 125cc) de Marc Márquez en el circuito de Estoril y que me dejó absolutamente sobrecogida. Al día siguiente, en la prensa, los entusiastas periodistas deportivos la tildaban de "victoria épica", "de gran logro" y al narrar su transcurso lo hacían con frases tales como: "Márquez se la jugó pasando entre dos rivales que se cerraban"... o "en la última vuelta se puso el primero en una espeluznante apurada de frenada a final de recta"... o "tras caerse... a falta de nueve vueltas... se reincorporó a la carrera con 15 pilotos por delante... y desde la última plaza de la formación de salida, realizó una fulgurante escapada de salida que le llevó hasta la 4ª plaza a final de la vuelta...". Vamos, todo muy épico. Ni que decir, por si no la vieron, que M.M. ganó.
Si se fijan, en estos grandilocuentes relatos periodísticos no faltan las palabras o las frases: "se la jugó", "espeluznante", "fulgurante", "espectacular"... pero la sensación que nos dejó a todos fue de que ese "heroico" chaval no se mató porque no era su día. Solo había que ver la cara del padre mientras veía en boxers la carrera; era todo un poema. Posteriormente, el aguerrido piloto se reía viendo las imágenes de su nervioso progenitor y, al dar una explicación a su logro y su carrera dijo crípticamente que cometió un "error de principiante" patinando y cayéndose y que cuándo se incorporó al circuito, sabiéndolo todo perdido lo "apostó todo por el todo" y "se agarró a la moto y tiró"... ¡Que "lo apostó todo por el todo" y que "se agarró a la moto y tiró"!...Vamos, que lo cuenta de milagro porque podría haber acabado como Shoya Tomizana, que se mató con 19 años en San Marino, en septiembre pasado.
Y ahora viene la pregunta del millón, ¿qué hace un niño de 17 años realizando un deporte de alto riesgo como ése? Pregunta a la que todo el mundo me responde lo mismo, pues que "hay que tener esa edad para correr como corren, que cuándo ya tienes más edad ya no es lo mismo y no se la juegan igual"...
Y ahí es adonde yo quería llegar. En unos tiempos en los que se habla tanto de preservar la integridad física y moral del menor ¿qué hacen esos niños montados en esas motos, a esas velocidades y aplaudidos por todos? ¿Quién da potestad a esos padres para alimentar esas aficiones desde edades tan tempranas en esos chicos? Cualquier día leeremos en la prensa que en "no sé dónde" hay combates de boxeo con niños chicos partiéndose mandíbulas y cejas a crudos y duros golpes... y lo narrarán ponderando la agilidad de uno y el buen derechazo de otro... Fríamente, sin escándalos. No se extrañen.

Para terminar, decirles que ayer leí en EL PAIS este titular: "Un niño de 12 años, uno de los sicarios más buscados en México" El Ponchis, se llama el crío. Al parecer es tan osado que se atreve con misiones que no son capaces de realizar ninguno de sus correligionarios de muchos más años del cartel del Pacífico Sur mejicano. Así, se ha convertido en una máquina de matar perfecta, sin fallos y cobra por cada asesinato perpetrado 3000$ (=2191€). Mal destino le auguro yo. A sus padres y hermanos, las vidas se las va a dejar resueltas, pero como no lo encierren antes, este chico no llega a los 18 años.
Y volvemos a lo mismo. No es que yo pretenda asemejar, ni por un momento, el sanguinario trabajo de El Ponchis, con el de nuestro joven  e imberbe motorista, ¡Dios me libre! Pero ambos son niños. En éso sí son iguales y ambos aún no han madurado, no han desarrollado su capacidad de discernir, en toda su dimensión, entre lo bueno y lo malo, pero están realizando trabajos de hombres cuándo deberían de estar estudiando, pensando en las niñas o jugando.
En fin... estamos cansados de escuchar denunciar a las ONGs, cómo se reclutan a niños para las guerrillas. Niños que son inicialmente secuestrados, que desarraigan de sus familias y a los que, aún llorando, le ponen un arma en las manos. Niños que, posteriormente, con una visión aún irreal de la vida, juegan matando sin entender la trascendencia de sus acciones y mueren sin haberse enterado de cómo los han utilizado. Es una monstruosidad, pero esta pasando.
Y no puede ser, no puede ser, no puede ser. No esta bien... Como tampoco esta bien (aunque en otra dimensión, insisto) que un adolescente de 17 años se este jugando la vida, con el beneplácito y a la vista de todos, a diario.
Pero claro, todo ésto es a mi humilde entender. Y aunque sé que seguiremos presenciándolo, quería darme el desahogo de denunciarlo.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

El universo lingüístico de Flavia.

El padre de Flavia es castellano; la madre, toscana. Flavia, por tanto, es bilingüe. Habla en su casa castellano e italiano por igual.
Pero, además, la hispanoitaliana Flavia va a un cole "supersuper" de su actual ciudad, en el que las asignaturas se imparten en inglés, excepto la música, que se enseña en alemán. Para más "inri", como lengua obligatoria aprende el francés y como optativa, el chino mandarín... Con lo cual, maneja seis idiomas en su vida diaria...
Y ¿cuál es el verano de Flavia?. Ella se va con sus papás a Oxford, ella no va a la playa, y mientras que los demás niños hacen castillos de arena, ella los hace de conocimiento y de la palabras nuevas y extrañas.
Y, así, Flavia ya es trilingüe. Habla con absoluta naturalidad a su padre en inglés, a su madre en italiano y el español lo reserva para sus recreos, sus amigas y sus juegos...
Flavia, simpática, charlatana, toda una florentina pálida, de pelo rubio y mirada clara, tiene ocho años y tal sensibilidad lingüística, idiomática y acústica que si se cruza con una de Valladolid le habla en vallisoletano y si me ve a mí, me habla en un andaluz cerrado. Así son sus registros. Si la sientas con un florentino, un castellano, un inglés y  un andaluz, ella se dirigirá con absoluta fluidez y naturalidad a cada uno como le corresponda. Sin titubear. Y no se te ocurra reírte o bromear sobre  su variaciones del español porque no lo entenderá...
Y ahora, díganme, si yo cojo hoy a la multibilingüe niña Flavia y le cuento que la Real Academia le va a cambiar el nombre a la "i griega", ¿qué dirá?... Yo lo tengo claro. Pues nada, no dirá nada. Se encogerá de hombros y le dará igual porque, en su universo de palabras, ésa sera una nimiedad. ¿Qué más le dará, si para ella la Y no es mucho más que un tirachinas sin goma o un árbol sin hojas... y el español, una lengua más entre ese amplio abanico de idiomas que baraja? Y se adaptará sin titubear porque es chica, blandita como la macilla y  tiene una mente tan global que se adecuará a todos los cambios que le vengan con absoluta facilidad.

Pero, ¿saben qué? pues que yo no soy la pequeña Flavia, ni tengo su edad; estoy dura como la mojama y me amoldo a las novedades con dificultad. Y encima soy una romántica y me gusta mi exótica Y en mi abecedario, tal cuál, sin modificar...; como me hace gracia lo de nuestra famosa y problemática Ñ, ella tan española. Son cosas de la edad...
Aunque lo intente racionalizar, no entiendo el por qué de que tengamos que rebautizar a nuestra entrañable letra helena cuando está muy bien como está. Sudor y sangre nos costó en la escuela aprender el abecedario, para que ahora nos lo vengan a cambiar. Porque, además, ya no tendremos 29 letras, sino 27, ya que se suprimirán la "ll" y la "ch". Mi canción con la que aprendí el abecedario, a este paso, se me va a quedar en la mitad... Otra novedad será la de los acentos; muchos de ellos desaparecerán ya que lo quitarán de la "o" cuándo vaya entre números, de la palabra "sólo", o de los monosílabos "guión", "truhán"... Aunque ésto, lo reconozco, me da más igual, ya que nunca los he manejado muy bien... Supongo, que a la vista está.

En fin... muy desconcertante, la verdad.
Opino que la RAE debe de estar para avanzar y creo que esos reales académicos que la forman, tienen una importante labor que desempeñar. No es baladí el hecho de que hayan incorporado a nuestro "Tesoro Nacional", que es el Diccionario de la Lengua Española, un total de 19219 palabras  más en éstos últimos años (2004: 2576 palabras; 2005: 9029; 2007: 4618 y 2010: 2996), algunas tan peculiares como "cultureta", o "muslamen", o "grafitero", u "obrón", o "meloncete",o "facha"... Son palabras que están en la calle y que deben de ser contempladas y se les valora el gesto de que lo hayan hecho... Pero cuándo de pronto nos sorprenden con estas "innovaciones" pacatas, la RAE me resulta tan añosa y tan rancia... , que me viene a la mente nuestra casposa  Santa Iglesia Católica Apostólica Romana, que creyó que con cambiar la letra del Padre Nuestro se actualizaba.

El emperador Carlos V decía que "un hombre debe dominar 4 lenguas: el francés para la diplomacia, el italiano para amar, el español para pelear y el alemán para domesticar a los caballos". Se ve que, como Flavia, odiaba la lengua germana..., entendía la belleza de la francesa o la italiana y la dureza y sequedad de la hispana... ... Pero es que una servidora, simple  y humilde mortal, la lengua española es la única que habla y es, también, la que ama. Y en ese respeto que por ella siento, me enorgullezco de su indomable ortografía con sus diptongos, triptongos, hiatos y haches intercaladas; gozo con su variadísimo y alucinante vocabulario; me maravillo con sus insufribles tiempos verbales y, básicamente, considero como mías (por pleno derecho por los suspensos que me supusieron en mi años de escolar), a mi Y, y mi Ñ, y a mi CH, y mi LL...; como a mi G y a mi J, mi V y mi B, mi C y mi S...

En unos tiempos en los que nuestra juventud se pierde en SMS absolutamente crípticos e ilegibles, en los que cada día se cuida menos la escritura y en los que el maravilloso hábito de la lectura se está perdiendo, creo que habría cosas más importantes que abordar en el campo de la penosamente maltratada lengua nuestra, antes que ponerse a andar divagando sobre el modo de llamar a una letra. Si lo que queremos es cambiar, hagamos eco de la "incendiaria propuesta que plantea García Márquez " consistente en "jubilar definitivamente la ortografía, 'terror del ser humano desde la cuna' " y sumerjámonos en la anarquía. Puestos a hacer el loco o más bien el tonto, tiremos los pies por alto y rompamos con todas las leyes establecidas. Todo menos caer en la majadería de creer que se es más erudito o que se está más con los tiempos si se pronuncia como "ye" la que hasta ahora se llamaba "i griega".
Para hacer ese avance, más vale quedarse en casa de uno, rodeado de tus bien amados libros y criando telarañas. Al menos, no montaré el pollo, ni daré la tabarra.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Mi propia teoría de la relatividad

Cuentan que en una reunión de sociedad coinciden Marilyn Monroe y Albert Einstein. Ella, sentada de comensal frente al brillante científico y sin saber de que hablar, intenta romper el hielo y le dice: "Que dice profesor, deberíamos casarnos y tener un hijo juntos, ¿se imagina un bebé con mi belleza y su inteligencia?" y Einstein, que no brillaba por su simpatía, muy serio y sin inmutarse le contesta: "Desafortunadamente temo que el experimento salga a la inversa y terminemos con un hijo con mi belleza y su inteligencia"...
Se vé que el caballero no brillaba mucho por su afabilidad  pero, indudablemente, tampoco por su educación, pero hay que reconocerle que era maravillosamente agudo a la hora de dar sus respuestas más inmediatas.

¡Pánico me da! Y verán por qué..., les cuento. Estando hace un mes, más o menos, viendo el telediario, escuché cómo un odontólogo famoso afirmaba que para que una limpieza de dientes fuera efectiva había que cepillarse un mínimo de 2 mn. cada vez. O sea, tres veces al día y dos minutitos cada vez... Ni que decirles tiene que, a la siguiente vez que me fuí a cepillar, toda obediente yo, cogí el reloj despertador, lo coloqué en el lavabo y me puse por la tarea. ¡Dos minutitos de nada!¿eh?. Cuándo creí que ya había terminado, miré el reloj y había estado cepillándome 20 sg... A los 50 ya echaba espumarajos, a los 80 ya tenía literálmente ganas de vomitar, a los 100 el espumarajo que me salía por la comisura ya era sanguinoliento y verdoso... y cuándo llegué a los aconsejados 120sg, me enjuagué la amalgama de baba, sangre, pasta y demás sustancias y... me acosté. Extenuada.
El asunto, no se rían, me dió que pensar. Me hizo reflexionar sobre la relatividad del tiempo; sobre lo interminablemente largos que se pueden hacer 2mn si estas cepillándote los dientes y lo fugaces que pueden resultarte 4 horas si estas cenando o bailando o haciendo algo que te genere endorfinas o felicidad...
Así, me adentré de una manera somera (mi intelecto no da para más) en la teoría de la relatividad de Einstein e "in-ten-téééé" profundizar en conceptos como materia-energía-espacio-tiempo, en fuerzas y campos gravitatorios, pesos de los cuerpos o efectos de aceleraciones de un sistema... ...Cuándo ya estaba suficientemente rallada (vamos, como una mismísima cebra), me puse a deducir "mi propia teoría de la relatividad" y comprendí que la mía se aproximaba más al mundo de Punset que al de nuestro malhumorado Einstein. Y es que, según capté y comprobé, el tiempo te lo marca tu cerebro o más bien, el efecto placebo que llega a éste. Si el impulso que recibe éste es negativo, el tiempo se hace interminable; si es positivo, pasa como un rayo... Y así, en mi mantecado mental, me generé como "una teoría de la relatividad albertiana" pero un poco alternativilla. "Made in" mi cerebro de marujilla.
Lo que me aterra ahora es que Einstein desde su tumba, lea sobre mis teorías y venga a buscarme. Si tuvo la agudeza de mente y la mala leche de alma de contestarle a la Monroe lo que le contestó a su juguetón comentario, que no me hará a mí tras mi  vil sacrilegio...  Pero bueno, no me voy a preocupar antes de tiempo; si tal cosa ocurre, ya pensaré en algo, tal vez lo entretenga con la teoría del odontólogo listo ése, o con la de los posibles pobladores microbianos de su barba... Igual le caigo en gracia.
Aunque esa será otra historia... De momento les recomiendo que no experimenten con lo de los dientes. ¡¡Ni lo intenten!!

jueves, 4 de noviembre de 2010

Los Ig Nobel

Tenía en mente escribir, hace unas semanas, sobre los Premios y las polémicas que éstos generaban últimamente. Sobre el "desacierto" que supuso para el Gobierno chino el que le dieran el Nobel de la Paz al disidente encarcelado Liu Xiabo, "por su larga y pacífica lucha por los derechos humanos fundamentales en China", y acerca del mosqueo que pillaron los "fidelistas" cuando supieron que el Parlamento Europeo le había concedido su anual Premio Sàjarov "a la libertad de conciencia" al cubano Guillermo Fariñas... También quería hacer referencia a los premios Príncipe de Asturias, concrétamente al ya empalagoso tema de "la roja" y a los sabiamente seleccionados Richard Serra y Amin Maalouf... Pero ese tema, como tantos otros, se me quedó en el tintero.
Si ahora saco a colación este detalle ya relegado es porque, en estos días, he tenido conocimiento de la existencia de los Ig Nobel, unos peculiares premios que ofrece la prestigiosa y elitista Universidad de Harvard, con carácter anual desde 1991.
¿Recuerdan aquella bajada mía, titulada "Anda y que les den" y que hacía referencia al absurdo de ciertas investigaciones científicas?..., pues miren por dónde a la sorprendentemente "cachonda" Universidad bostoniana le ha dado por premiar precisamente éso, o sea, el absurdo de ciertos trabajos de investigación; exactamente, "las investigaciones más extrañas y chocantes". Lo curioso es que lo que en sus inicios se consagraba "a investigaciones 'que no pueden o no deben ser reproducidas' ", con los años "se ha reconvertido a trabajos que 'primero pueden hacer reír, pero luego pensar' ". Entre otras cosas porque algunos de estos extravagantes premios han resultado tener gran utilidad, como por ejemplo "el que afirmaba que el mosquito de la malaria podía confundir el olor a queso con el de los pies humanos" y que salvó muchas vidas, "al emplearse queso para evitar la transmisión de la enfermedad"... ...
Así, se han entregado premios Ig Nobel  a estudios tales como: "La correlación entre los problemas financieros y el dolor de muelas", o  "La confirmación de que las bailarinas de striptease tienen más propinas durante la ovulación", o  "La demostración de que las vacas a las que sus dueños han puesto nombre dan más leche que las vacas sin nombre". También los han recibido aquellos que "determinaron analíticamente por qué las mujeres embarazadas no se caen hacia delante", o los que "descubrieron que los mohos del cieno pueden resolver puzzles"...  Y a los que"descubrieron que el Viagra ayuda a superar el jetlag a los hamsters", o a los que "desarrollaron una forma de extraer la fragancia y el sabor de la vainilla de las boñigas de vaca", o a aquellos que  "estudiaron el trascendental tema de cómo se arrugan las sabanas"... ... Y así hasta 190 premios otorgados en su historia, 10 por cada año. Métanse en Google y podrán leerlos todos.
En fin... un genial disparate.
 Sea como fuere, dejando al margen el debate de si estos premios deberían de estar permitidos o tolerados, a mí particularmente me resulta refrescante el hecho de que aún siga existiendo sentido del humor en este mundo y más viniendo de dónde viene, de la Universidad con las "cabezas pensantes" más brillantes de nuestro planeta. Ésta dosis de optimismo y esta capacidad para "ponerse el mundo por montera" de esta elité superdotada, me hace albergar la esperanza de que aún tenemos arreglo, de que no estamos del todo perdidos. No me pregunten el por qué de "esta causa-efecto" de mis deducciones porque no sabría explicarles; pero hoy, con mi inconsciente e irracional presentimiento voy a dormir más tranquila, voy a dormir mejor. Y soñaré con dulces vacas con boñigas de vainilla, felices hamsters viajeros y mohos jugando a hacer puzzles; seguro que, cuanto menos, por la mañana amaneceré mucho más tonificada, más optimista y, sobretodo, con una magnífica y soberbia sonrisa.

martes, 2 de noviembre de 2010

¡Cómo pasa el tiempo!

Cuando hace un año, tal día como hoy, me convertí en bloggera, no me imaginé que iba a durar tanto. Pero hoy, ya ven, 365 días después del inicio de este periplo, en el que me introduje casi a la fuerza, no me veo dejándolo ya que se me ha hecho casi imprescindible en mi vida diaria. Y no es que escriba mucho, pero me libera tanto de mis iras y demonios, que he llegado casi a tenerlo como a "mi peculiar psicoanalista particular".
Durante este año, escribiendo en esta página, me he reído y me he emocionado, he soltado miles de improperios y también algún que otro halago, he condenado todo lo que consideraba condenable e igualmente he ponderado aquello que merecía ser ponderado... Eso sí, todo bajo mi especial y "sui generi" criterio.
Me he mostrado en él de par en par, sin resquicio. He dado rienda suelta a mi lengua y a mis dedos y como soy consciente de la veracidad del lema: "eres esclavo de tus palabras y dueño de tus silencios", intuyo y asumo que a algunos os habré perdido por el camino.
No he escrito para gustar, ni para reventar audiencias, lo he hecho como "terapia liberadora" y puedo aseguraros, por tanto, que he conseguido mi propósito. En estos meses me han tachado de "ácrata radical", me han diagnosticado "desdoble de personalidad", me han dicho que escribo largo, o que divago, o que no dejo "títere con cabeza", e incluso que algún día me van a demandar..., pero nunca me han reprochado que en el fondo de todo lo que escribo, no haya ni un vestigio de verdad... sólo que mi manera de exponerla es un poco más ruda de lo normal. De hecho, me han sugerido que titule mi blog "papel de lija" en vez de "amanecequenoespoco". Tal vez lo haga...

Sea como fuere, gracias a los que seguís ahí. Mi reconocimiento a vuestra incondicionalidad. Soy consciente de que ésta ha sido una escalada árida y escabrosa, pero ha sido un placer compartirla con vosotros.
No sé que pasará en mi segundo año bloggero, no sé si estaré en el 2011, tal día como hoy, volviendo a agradeceros vuestro seguimiento. Pero bueno, ésa será otra historia... De momento, me siento con correa para rato, a mi ritmo, a mi aire, como tiendo a abordar las cosas: "sin prisa pero sin pausa". De todas maneras, si no llego, espero que hayáis disfrutado o sufrido mis pensamientos, críticas, despotriques y elucubraciones, al menos una centésima parte de lo que yo lo he hecho. Con eso me daré, plenamente, por satisfecha.