miércoles, 24 de noviembre de 2010

Horizonte de sucesos

Tras cinco deliciosos días en la bellísima  y contemplativa ciudad de Venecia, un retorno un tanto "¿ma-má-qué-pa-sa-a-quí?" y un supremo y vertiginoso acto de superación ante el impacto de "vuel-ta-a-la-rea-li-dad-cru-da-y-du-ra", me he adentrado en el submundo de quince periódicos atrasados y me he encontrado con alguna que otra novedad.
 Por comenzar a enumerar por algún sitio, me ha llamado la atención leer eso de que la hedionda "Nápoles busca un vertedero andaluz" donde soltar sus conocidos excesos de basura. También me ha sorprendido que den tanto bombo a lo de que "un niño de 15 años haya identificado buitres leonados en el centro" de nuestra ciudad, cuando yo hubiera dado parte de unos cuantos hace tiempo y éstos con nombres y apellidos. Me ha asombrado igualmente, por eso de la rapidez  y eficacia de los gamberros de marras, que "la Plaza de España ya haya sufrido graves daños vandálicos a solo un mes de su reinauguración". También, en mi intensiva puesta al día, he tenido conocimiento y no he entendido el injusto castigo que se le ha impuesto a la empresa ésa que ha sido "Multada por servir comida escolar con gusanos" cuándo, por lo visto, esos bichejos tienen muchas proteínas...o al menos eso dicen en los libros de gastronomía china. Igualmente, me han entrado escalofríos con el dato de que " Uno de cada cuatro niños se encuentra en riesgo de padecer pobreza en España"... ..., ¡en nuestro país!
En las ochocientas y pico páginas que he revisado maratonianamente, también he leído con estupor sobre lo de "Un voto, un orgasmo" y el erotismo que está amenizando la campaña a las elecciones catalanas del próximo domingo. ¿Y lo del politiquillo ese jiennense que "ha cobrado la jubilación en Mercasevilla sin estar en la empresa" ni haber estado en plantilla en su "p...." vida? ¿Y que me dicen a eso de que los pobres donantes de espermas, tras el controvertido "debate sobre el derecho a conocer los orígenes", se puedan encontrar de la noche a la mañana con la friolera de 300 churumbeles llamando a su puerta a golpe de "¡hola papi!"?... ...
¡Vamos, ni Alicia en el país de las maravillas!
Pero, en este reencuentro con mis periódicos, el remate de los tomates de las declaraciones subrrealistas  me lo ha ofrecido en bandeja nuestro incalificable Pontífice Benedicto XVI, el cual, al referirse a la ordenación de mujeres ha alegado, según cuenta el rotativo, que "no es que la Iglesia no quiera; es que no puede"; en lo que respecta a la pederastia dice con pasmosa tranquilidad (por no llamarlo desvergüenza) que "los hechos no le cogieron por sorpresa"; y ya, me he quedado anonadada con lo de: "El Papa admite el uso de preservativos solo para la prostitución"... ¡¡¡Toma Moreno!!! Igual al pobre Benedicto, con estos primeros fríos de preinvierno, le ha dado por calentarse a base de "carajillos", como a los viejos de mi pueblo... porque si no, es que no lo entiendo...
En fin, señores... muy desconcertante todo. Tanto que ahora no sé si en vez de en Venecia he estado en la Vía Láctea, y en vez de montarme en un avión, lo que me ha pasado es que he sido absorbida por "un agujero negro supermasivo" y estoy dando vueltas en torno a su "horizonte de sucesos*" sin acabar de traspasar al otro lado.
Y ahora me pregunto, ¿éste es el "día a día" que dejé antes de emprender mi viaje o es que la bellísima ciudad italiana ha marcado en mi ánimo y en mi hipersensibilidad un antes y un después?
No sé, no sé. Sea como fuere, de lo que estoy segura es de que no dejé a los cuarenta o cincuenta funcionarios desalmados que a las 10.00 de cada mañana se agrupan cual coro navideño en los bajos de mi casa y me amenizan mi anhelado y reparador café matutino con un desatinado himno de Andalucía (en este preciso instante lo están cantando, por cierto). Como lo leen. Tan desafinado lo cantan que dejan al mismísimo bardo Assuranceturix a la altura de Luciano Pavarotti. ¡Y eso cada mañana, así, de amanecida!
De verdad os juro que esos barítonos de pacotilla no estaban ahí antes de mi partida y ahora no sé si, en verdad, estoy en el galáctico "horizonte de sucesos" como presiento o si he vuelto a mi bien amada ciudad.
Pero bueno, aquí estoy, de vuelta a la carga..., aunque..., hmmmm.... un tanto despistada.

* Un accesit: El "horizonte de sucesos" es el mayestático, hermoso y poético nombre con el que se define a "la superficie imaginaria de forma esférica que rodea a un agujero negro". También se le denomina "horizonte de eventos". Maravilloso, ¿verdad?. Quería aclarar que tan bella definición no era de mi invención. Ojalá. (Para más información, consultar google)

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