martes, 25 de mayo de 2010

Hay que respetar la voluntad de los muertos

Hoy, 25 de mayo, sale a la luz un texto inédito de Jorge Luís Borges. Cuatro páginas manuscritas, tituladas "Los Rivero", que el mayúsculo escritor bonaerense "abandonó cuando se dio cuenta de que no era un cuento, sino una novela que le exigía extenderse". Así, Borges, "descreído de un género del que huía y renegaba, dejó de lado este texto"; o sea, que una vez iniciado, no quiso seguir escribiéndolo y a la cuarta página, lo abandonó a su suerte.
Hoy, 60 años después, en edición de lujo, en una tirada limitada de 100 ejemplares y sabe Dios a que precio, se ofrece esta primicia al mundo.
Verán, siempre que me encuentro con una situación como ésta, me enfrasco en un océano de dudas e incertidumbres. En el caso que hoy nos alberga, me pregunto si, el brillante y lúcido Borges hubiera querido que, algo que él "desechó", que no quiso continuar porque le asqueó, saliese hoy a la luz. Tal vez, el hombre se esté removiendo en su tumba con un plurito de pudor e indignación.
Lo único que, a mi parecer, salva algo esta situación es mi firme convicción de que quiénes han tenido esta iniciativa no lo han hecho por codicia, sino por pasión. Por una pasión desmedida hacia la obra de un hombre al que, probablemente, idolatren como a un dios.
En el transcurso de mi vida, he visto hechos abominables. Concrétamente, en el mundo del arte, en el que me he movido intensamente durante muchos años, he presenciado cómo viudas desalmadas han sacado de los desvánes aquellas obras-morralla que sus maridos (en muchos casos, soberbios artistas) desecharon por muy malas. Y a eso no hay derecho, señores. Recuerdo, con dolorosa precisión, una exposición de un pintor admirado, de la que huí indignada.
Seamos serios y sensatos; el discurso creativo de cualquier escritor, artista plástico, compositor... no es homogéneo, no es lineal. Todos somos seres humanos y, como tales, en algún momento, todos la cagamos. Velazquez, Picasso, Van Gogh, Modigliani, Caravaggio... todos tuvieron, seguro, que desechar algo en algún momento, por estar insatisfechos del resultado. Por eso, no entiendo el empeño que tienen algunos, en sacar obras que, por una razón u otra, el autor no quiso mostrar en vida.
Otro caso, por ejemplo, es el de las cartas que Julio Cortazar escribió, en los años 50, al matrimonio Jonquières y que serán publicadas en el mes de julio por Alfaguara. Digo yo, ¿alguien se ha comunicado con Cortazar en el más allá y le ha preguntado que opina sobre el hecho de que salga a la luz esa íntima correspondencia que mantuvo con sus amigos María y Emilio?
No sé, no sé. Tal vez, estos actos sean producto de la adoración o fascinación por la obra de un encumbrado autor, no digo que no. Pero habría que ser más cauto y reflexionar. Plantearse si, en muchos casos, se esta vulnerando la voluntad de esos muertos, que ya no tienen capacidad ni para negarse, ni para rebelarse y mucho menos, para justificarse o defenderse.

1 comentario:

  1. Aprovecho mi visita por aquí para decirte que "I think, i love" de nuestro querido Cullum es fantástica, ya había escuchado The Pursuit, pero de pasada y no me dio tiempo a escucharlo bien! Por cierto, ya tenemos nuevo disco: Devil May Care... se ve que está productivo el muchacho! Voy a escucharlo ahora mismo!!!

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