lunes, 31 de mayo de 2010

Erase una vez...

Erase una vez un policía que fue cogido in fraganti, por un fotógrafo de un periódico, portando en su bolsillo un llavero con la imagen de Franco. Como consecuencia de este abominable e imperdonable hecho, el Ministerio del Interior le abrio, al inconsciente subinspector, una investigación. Pero tras muchas cuitas, "el caso se ha cerrado sin llegar a abrirse expediente disciplinario". Y no porque no le tuvieran ganas, sino porque resulta que el agente inspeccionado, a pesar de su cuestionable portallaves, tiene una hoja de servicio intachable, no se le conocen expresiones verbales sobre ninguna ideología y, en principio, hace bien su labor y no se mete con nadie... Y sobretodo... no lo han expedientado porque... para salvarse de la quema ha tenido que mentir alegando que se lo había encontrado en el suelo unos minutos antes. Y es que, claro, en opinión de muchos, el llavero que portaba no era el adecuado. Tal escándalo mediático se ha montado, que hasta El Pais ha hecho hueco entre sus páginas para hacerse eco de este caso... No habrá asuntos más importantes con los que gastar tinta, ¡con la que nos esta tronando a diario!
Nunca he sentido simpatía por la figura de Franco. Y no hago esa afirmación porque actualmente sea lo políticamente correcto, sino porque es cierto, pero creo que se le sigue dando a ese símbolo la importancia que, ya, creía yo que no tenía. Al final no hemos avanzado tanto. Tras más de 30 años de democracia, da la sensación de que, en algunos temas, seguimos atascados. Y comprobar esa falta de evolución me ha apresadumbrado.
Será porque a mí, la figura de Franco me la trae al pairo, como me da igual la de Isabel la Católica o la del rey San Fernando. Ya estan todos muertos y comidos por los gusanos.
Abomino de la estrechez de miras de algunos ámbitos. Al parecer, "la Ley Orgánica 2/1986 de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad obliga a los agentes en su art.5 a 'actuar en el cumplimiento de sus funciones con absoluta neutralidad política'" ¿Y quién lo niega?; me pregunto yo, ¿que hubiera pasado si el llavero de marras hubiera tenido grabada la imagen del rey Juan Carlos, o del Che Guevara, o de Carlos Marx, o de Martin Luther King...?¿hubiera trascendido algo? ¿alguien se habría escandalizado?...
Ya va siendo hora de que enterremos ciertos cadáveres que ya estan más que carcomidos y desmoronados. Si es una cuestión de enquiste, pues hay que pegar al quiste un tajo y si es por gangrena, hay que pensar en ir amputando, todo antes que seguir ahí padeciendo un sufrimiento innecesario.
Así que dejemos ya aparcado el tema de Franco. Se lo digo a usted Sr. Agente y a aquellos que, con su acción, se han acuchillado.¡Es un asunto ya tan rancio...!.

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