viernes, 13 de noviembre de 2009

Cien Años de Soledad

En estos días he terminado de releer "Cien años de soledad". Y ya va por la tercera vez.La segunda fué hace veinte años, la anterior hace unos quince más. O sea, que si hacemos la cuenta, me lo encajé por primera vez allá por 1975.
Lo que quiero señalar con ésto, no es mi evidente fijación por esta obra, sino el hecho de que ya entonces,con 15 años, tuviera la rotunda lucidez para afirmar que era la novela de mi vida.
Y mi pregunta es: ¿que fué lo que me llevó a tener esa madurez literaria de forma tan temprana?

Recuerdo mis inicios en el mundo de la lectura cómo un poco confusos. A los 12,13,14 años me bebía todo lo que me caía. O sea, por un lado lo que a mí me regalaban: las aventuras de Enyd Blyton y su "Club de los 5 secretos" y los comics de Asterix. Luego, lo que mi hermana (entonces con 18 años) leía: al sacerdote J.L.Martín Vigil y sus libros para juventudes cristianas. Por su parte lo de mi hermano mayor que le dió por mangar compulsivamente todo lo inimaginable sobre literatura sudamericana: Borges, Vargas Llosa, Rulfo, García Márquez, Cortazar... Y no olvidemos a mi madre, que por aquel entonces se obsesionó, con gran dósis de morbosidad por su parte, por Hitler,Mussolini,el holocausto y todo lo que conllevaba: campos de concentración, exterminios...
Y ahí me veis a mí, con unos 13 años, canija,ojerosa, pálida,enfermiza... aislada en mi casa, siempre convaleciente, tragándome, más o menos a escondidas, todo lo que pillaba.

Núnca he entendido como sobreviví en mi adolescencia a ese seísmo literario. Ni cómo, tras tantos años, el misterio de un libro por descubrir, me sigue apasionando.

Lo que es evidente es mi recurrente atracción por ésta gran novela de García Márquez, que si el tiempo lo permite, intentaré volver a leer dentro de otras dos décadas. Será curioso comprobar si ha perdurado algo en el ínterin entre la niña de 15 y la anciana de 70. Si, con toda tu vida ya trás de tí se puede tener la misma apreciación sobre algo que cuándo te queda todo por vivir...
Pero esa será otra historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario