viernes, 20 de noviembre de 2009

Ya esta ahí Paco

Todas las noches, a eso de las 9, empiezo a asomarme al balcón para ver si ha llegado. Si no lo veo, tengo sentimientos encontrados. Por un lado me preocupo, "¿le habrá pasado algo?"; por otro me alegro, "menos mal, hoy no dormirá al raso!".
Y es que Paco es un indigente, como hay tantos. En el barrio de mi madre lo quieren, conocen su historia, la que le llevó a su autodestrucción. Y lo ayudan y lo protegen. Saben que es una buena persona. Lo que pasa es que la vida le superó... o más bien, la muerte. Perdió a su mujer, que era su norte y sin ella se desvió.
Todas las noches lo veo, a 500 mts de su barrio, huyendo, pero sin alejarse demasiado, de que lo descubran, los que lo conocen, pegándose un chutazo... en el portal de enfrente, a hurtadillas, cabisbajo, para ahogar su pena o su fracaso. Y luego se queda como atontado a dormir, con este frío, en ese escalón de marmol.

El otro día, cuándo me crucé con un mendigo que me dió los buenos dias y fué a pedirme algo, le contesté con jovialidad y esbozándole la mejor de mis sonrisas: "Buenos dias!"  Pero no creais que normalmente soy tan "generosa" y que me explayo tanto, es que ese día era de los de cielo turquesa y estaba soleado. El caso  (me he hartado de narrarlo) es que el pobre hombre, que iba borracho, agradecido y asombrado chilló: "Que alegría, un saludo,una sonrisa" y felíz, sobradamente regalado, siguió de largo, sin aprovechar "mi debilidad" y sacarme algo. Y yo me quedé todo el día la mar de contenta, sabedora de que "con tan poco esfuerzo" hubiera dado tanto.

"Con tan poco esfuerzo".... ahí radica nuestro fracaso humano. No miramos; sencillamente no miramos . No queremos saber (tienes razón Jervai), ni involucrarnos. Y mañana, nuestros hijos, nuestra madre, nuestros hermanos o nosotros mismos  podemos ser uno de esos desarraigados y vernos arrastrados por el fango. Y la pobreza (no sólo de dinero o de comida, sino también de cariño) la tenemos aquí al lado.

En cierta asociación de caridad de gran renombre me explicaron, cuándo les hablé del pobre Paco, que a "esas personas" es muy difícil ayudarlas; que prefieren seguir con sus vicios y que los dejen en paz y de intentar moralizarlos.... Tal vez sea verdad, pero mi mala conciencia me sigue arañando, porque cada noche yo sí podría bajarle una manta, un bocadillo, un caldo, un abrigo... me sobran tantos!. Y en cambio, cuándo ya lo veo que va a empezar con el asunto de su pinchazo, corro la cortina, me pongo mi cena, escojo una película y sentada en mi acogedor sofá me digo hipócritamente: "Ay pobrecillo, otra noche que pasará al raso!"

3 comentarios:

  1. Desgraciadamente cuando menos quiere uno l,levar razón ,más se empeñan las cosas en dártela.Muchos de aquellos que no tienen nada preferifían en un momento dado nuestra muestra de afecto, una sonrisa de solidaridad, antes incluso que un bocadillo....Lamentablemente, lo normal es no darles ni lo uno ni lo otro. En cuanto a la selección musical, a mi también me gusta Coldplay, el bublé, y toda esa canalla, pero como los primeros lectores eran de la edad de mi hija, decidí enseñarles buenas canciones de otras épocas, para abrirles un poco ese campo, en el que yo podía tener más conocimiento que ellos. Ahora ya le dejo lo último a mi niña, y yo me dedico a los clásicos. Lo mío es menos arriesgado, apuesto sobre seguro.

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  2. Pues si, duermo poco. Si ves la hora de la publicación en mi blog,debe ser las 7 y algo, empecé a escribir sobre las 6. Ayer como estaba en la capi, no escribí cuando llegué, pero si os lei (de ahí el comentario a las tantas y las faltas de ortografía,estaba ya listo...).
    En cuanto a lo de tu perro es porque es doméstico y nosotros le pasamos los problemas. El tambien come "por si acaso" y nosotros le ponemos al día siguiente más comida por delante, por lo que está en la misma situación que las personas.... No hay anima-les "salvajes" obesos.

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  3. El perro no era mío, sino de mi madre que siempre ha tenido la facilidad para educar animales neuróticos. Yo ha curro lo odiaba. De hecho, llillo tiene dos cicatrices en la cara de mordiscos suyos. Al final murió, no sé si de la mala baba que tenía o de todo lo que se tragó, murió de cancer de estómago. Mal bicho aquel, si señor. RIP.

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