domingo, 7 de marzo de 2010

Si eres una fiera parda pero manejas pasta, no pasa nada

¿Cuánto le habrán pagado al chofer de Naomi Campbell para que no solo le retire la denuncia por agresión, sino para que incluso le pida perdón? ¿Que dineral no habrá recibido el hombre como para que, con su ojo visiblemente morado, se haya, incluso, disculpado? Que a esta "diosa de ébano" se le iba a caer el pelo era todo un hecho, ya que hubiera sido el cuarto juicio contra ella en su carrera de diva agresiva y energúmena.
Ahora, el pobre hombre, tras una entrevista entre los abogados de ambas partes, ha declarado que lo que le hizo la fiera parda "tampoco fué para tanto y que exageró en su reacción" Claro, por eso la modelo salió corriendo del coche, en medio del tráfico, huyendo a esconderse debajo de la cama, cual niña gamberra que rompe un plato. Se vé que los cinco días que estuvo de limpiadora en un solar como condena por romperle la testa a su sirvienta con un movil, no fueron tan placenteros como la muy carota luego declaró. "Encontré la paz barriendo", dijo. ¿No te fastidia?; a limpiar letrinas en un cuartel la ponía yo en esta ocasión, por ver si dicha experiencia le resultaba tan zen como la anterior.
¿Pero saben lo que más me ha indignado? que la inmadura cuarentona, una vez cerrado el acuerdo y sellada la boca del conductor, haya tenido la desfachatez de declarar en un comunicado: "Me alegro que se haya disculpado porque yo intento tratar a todo el mundo con respeto". Pobre chofer enriquecido; la vida se le habrá solucionado pero, junto con los langostinos, se vá a tener que tragar este sapo.
Ella podría haberse quedado callada. Por eso del decoro, ya saben. Pero este es uno de los poderes que da el dinero: el de acallar voces y el de tener, encima, la desvergüenza de decir la última palabra.